Panamá se consolida como un destino turístico de referencia en 2025 gracias al reconocimiento internacional de tres regiones emblemáticas: Chiriquí, Portobelo y El Valle de Antón. Cada una de ellas resalta por su singularidad, biodiversidad y compromiso con el turismo sostenible.
Chiriquí: Naturaleza y sostenibilidad en su máxima expresión
Reconocida entre las 10 mejores regiones del mundo para visitar en 2025 por los premios Best in Travel de Lonely Planet, Chiriquí atrae la atención internacional por su riqueza natural y cultural. Esta provincia, ubicada en el occidente del país, ofrece experiencias únicas como explorar el Parque Nacional Volcán Barú, recorrer senderos en Boquete, y disfrutar de sus plantaciones de café de altura.
El compromiso de Chiriquí con el ecoturismo y la conservación de sus recursos naturales fortalece su posición como destino de clase mundial. Su inclusión en la prestigiosa lista de Lonely Planet no solo aumenta su visibilidad global, sino que también impulsa el desarrollo del turismo responsable en la región.
Portobelo: Historia, cultura y tradición afroantillana
Portobelo, en la provincia de Colón, fue distinguido entre los 55 Mejores Pueblos Turísticos del 2024 por ONU Turismo. Este pueblo combina su rica historia colonial con la vibrante cultura Congo, ofreciendo una experiencia cultural inmersiva.
Los visitantes pueden explorar el Museo de la Memoria Afro-Panameña, disfrutar de los tambores Congo y sumergirse en la Casa de la Cultura Congo. Estas experiencias resaltan la identidad afrodescendiente y consolidan a Portobelo como un destino cultural de relevancia. Su reconocimiento como ejemplo de turismo sostenible refuerza su valor en el panorama turístico internacional.
El Valle de Antón: Aventuras en un cráter volcánico
Situado en el cráter de un volcán extinto, El Valle de Antón, en Coclé, también forma parte de los Mejores Pueblos Turísticos del 2024. Este destino de montaña ofrece un sinfín de actividades al aire libre, como senderismo, avistamiento de aves, ciclismo y paseos a caballo, rodeado de cascadas y paisajes verdes.
El Valle combina aventura y tranquilidad, lo que lo convierte en un refugio ideal para los amantes de la naturaleza. Su enfoque en el desarrollo comunitario y el turismo sostenible lo posiciona como un ejemplo a seguir en la región.
Estos reconocimientos confirman el potencial de Panamá como un destino diverso, sostenible y lleno de experiencias auténticas. Chiriquí, Portobelo y El Valle de Antón son reflejo de la riqueza cultural y natural del país y su compromiso con el turismo responsable.
El 2025 promete ser un año crucial para Panamá, atrayendo viajeros internacionales que buscan explorar estos tres epicentros de cultura, naturaleza y sostenibilidad.